2.000 sociedades españolas deben detallar desde este año su política de RSC junto a sus cuentas anuales por la ley de información no financiera.
Según resaltan desde el Observatorio, «existe un acuerdo sobre las grandes áreas temáticas que abarca la RSC: la económica, la social y la medioambiental«.
Sin embargo si algo caracteriza a la Responsabilidad Social Corporativa es su carácter pluridimensional que afecta a distintos ámbitos de la gestión de la empresa: derechos humanos, prácticas de trabajo y empleo, protección de la salud, cuestiones medioambientales, lucha contra el fraude y la corrupción e intereses de los consumidores.
Cabe destacar que, algunas de las principales responsabilidades éticas de la empresa a nivel social y con sus propios trabajadores son, por ejemplo, respetar el medio ambiente (evitar cualquier tipo de contaminación, racionalizar el uso de recursos naturales…). Otros ejemplos son luchar contra la corrupción y a favor de la transparencia, respetar los derechos humanos con unas condiciones de trabajo dignas que favorezcan la salud laboral, implicar a los consumidores y resto de la sociedad así como a sus empleados en las buenas prácticas de RSC.