La vuelta al “cole” comienza entre el 6 y el 15 de septiembre en España y los profesionales médicos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) recuerdan la importancia de un seguimiento de las enfermedades crónicas en las aulas y de saber actuar en caso de emergencia.
Uno de cada cuatro escolares en España padece algún trastorno crónico. EFE/Biel Aliño
La vuelta al “cole” supone que más de seis millones de niños, niñas y adolescentes vuelvan a las aulas educativas en España. Uno de cada cuatro padece algún trastorno o enfermedad crónica, según cifras del Ministerio de Educación y Formación Profesional del curso 2022-2023.
Los más comunes son los del metabolismo, como la obesidad y derivados, la diabetes, asma y alergias, epilepsia y trastornos del neurodesarrollo y el aprendizaje, como los trastornos de hiperactividad y déficit de atención (TDAH), los trastornos del espectro autista (TEA) y aquellos problemas derivados de la prematuridad en el nacimiento.
En los últimos años, tal y como indican los profesionales médicos de la AEPap, han aumentado los casos de enfermedades crónicas en niños en edad escolar. Esto puede ser debido a la mejora en el diagnóstico desde los centros de Atención Primaria o a los hábitos de vida que fomentan la aparición de trastornos. También alertan los expertos del aumento de partos pretérmino en los últimos años.
El papel de los pediatras
Ante esta realidad, la AEPap recuerda que son los pediatras de Atención Primaria (AP) los que actúan como “nexo” directo entre los niños que sufren algún trastorno o enfermedad crónica y los padres y profesores.
“Los niños y niñas pasan una parte muy importante de su vida en el medio escolar y, aunque la mayoría goza de buena salud, es cada vez más frecuente que presenten problemas y patologías crónicas”, explica el doctor Pedro Gorrotxategi, vicepresidente segundo de AEPap.
Asimismo, el doctor añade que los pediatras “deben tener un papel en la comunidad escolar para poder difundir habilidades y conocimientos a las familias y al profesorado para abordar las distintas situaciones que se puedan presentar en las escuelas y actuar en caso de que sea necesario”.
Por otro lado, inciden en la importancia de realizar, en caso de enfermedad crónica compleja, un plan de cuidado para los niños y, a posteriori, llevar a cabo un seguimiento de la patología.
Guía de Ayuda para Centros Docentes
En el año 2015, la AEPap publicó la Guía de Ayuda para Centros Docentes, que se ha ido actualizando desde entonces. Está abierta y a disposición de colegios e institutos.
Su finalidad es servir de herramienta de información rigurosa para facilitar y mejorar la actuación del personal educativo en situaciones de urgencia. También está orientada al manejo de un trastorno o enfermedad crónica concreta en el día a día.
Algunos de los procedimientos de urgencia que encontramos en la guía son “Cómo actuar ante un atragantamiento” o “RCP básica. Cómo actuar”. Además, encontramos información detallada y consejos sobre dietas especiales para niños celíacos o alérgicos, el asma por ejercicio o la diabetes.
La guía divide la información según el tipo de centro educativo. La primera parte es la “Guía para colegios e institutos” y la segunda, “Guía para Centros de Atención Infantil de 0 a 3 años (escuelas infantiles, guarderías, ludotecas, …)”.
Un lugar seguro
El colegio debe ser un lugar seguro para los pacientes de alguna enfermedad crónica o algún trastorno. Por ello, “se elabora un plan de cuidados para los niños con estas enfermedades para que sea una referencia para padres y profesores en su cuidado”, tal y como explica el doctor Gorrotxategi.
La doctora Teresa Cenarro, vicepresidenta primera de AEPap, recuerda que la escuela “debe ser un lugar seguro de integración donde los niños y niñas con un problema de salud encuentran un lugar donde desarrollarse con felicidad y, a la vez, los niños y niñas sin estos problemas crecen en la diversidad, y proporcionan seguridad y amistad al alumnado con alguna enfermedad o discapacidad”.