«Ayuda a la reproducción asistida»

Salud

Palabras mágicas: “Ayuda a la reproducción asistida”

Entre un 15% y un 17% de las parejas no logran conseguir su deseado embarazo de forma natural y acuden a centros de reproducción asistida. El 40% de las dificultades se atribuyen al hombre, otro 40% a la mujer y el 20% restante a causas mixtas.

La edad de cada miembro de la pareja suele ser uno de los factores determinantes en la infertilidad de ambos sexos, aunque existen otras causas de esterilidad de origen desconocido (EOD).

La esterilidad femenina está definida por la SEGO como “la incapacidad para concebir tras un año de mantener relaciones sexuales sin protección anticonceptiva”: un 11 % de casos en las mujeres de 35 años y hasta un 87 % cuando cumplen los 45 años.

“En el caso de los hombres -subraya la ginecóloga- a pesar de que producen espermatozoides prácticamente durante toda su vida, el tiempo también juega en su contra, puesto que sus gametos pierden capacidad reproductiva con el paso de los años”.

¿En qué consiste la reproducción asistida?

Para la Dra. Sala y el Dr. Amselem, dúo de expertos en calidad de vida femenina, esta ayuda científica a la fecundación está constituida por una serie de técnicas y tratamientos médicos vanguardistas enfocados siempre hacia el bien más preciado de la humanidad, nuestras hijas e hijos.

La inseminación artificial y la fecundación in vitro (FIV) son las dos técnicas fundamentales en reproducción asistida, a las que se suman la donación de ovocitos y espermatozoides (gametos de la mujer y el varón), la donación de embriones y el diagnóstico genético preimplantacional.

Ginecólog@s y embriólog@s serán los profesionales directamente implicados, junto a diferentes especialistas clínicos y de laboratorio, en tratar de conseguir el objetivo de la gestación.

Su nivel de aportación estará íntimamente relacionada con las dificultades del sistema reproductor femenino o masculino en cualquier parte del proceso: desarrollo de la ovulación, calidad del esperma, desplazamiento y unión de los gametos, la fecundación.

La reproducción asistida ayuda, sin ambages, a parejas heterosexuales, parejas homosexuales, parejas transexuales y a cualquier persona, habitualmente mujeres, que desea tener descendencia sin la intervención directa de alguien más o menos conocido.

Entrevista reproducción asistida

Dr. Amselem, ¿Desde cuándo se dedica a la ayuda a la reproducción asistida?, pregunta nuestra gineperiodista.

“En 1980 empecé a ejercer la ginecología, y la ayuda a la reproducción ha sido una especialidad a la que he dedicado muchísimo tiempo de estudio, práctica e innovación, a pesar de que entonces este área de trabajo estuviera en sus albores”, responde el experto en esterilidad, cirugía endoscópica y cáncer de mama.

Cabe recordar que la primera bebé probeta, Louise Brown, nació en 1978.

“Desde esos inicios tan esperanzadores fuimos entendiendo sus diferentes vertientes -continúa-. Aprendimos que la reproducción humana tenía fallos, que no era tan perfecta como una regla de tres. Por lo tanto, teníamos que mejorarla cuando daban la cara este tipo de fallos orgánicos”.

“Debíamos aprender… y aprendimos… y continuamos aprendiendo, estudiando en profundidad, comprando y leyendo múltiples libros especializados, incluso formándonos en el extranjero… y desarrollando todas las técnicas a nuestro alcance”, apunta.

De hecho, la Dra. Sala y el Dr. Amselem, mente con mente, paso a paso, sin prisa, pero sin pausa y cogidos de la mano, consiguieron reunir un “equipo maravilloso” y hacer real su sueño, un proyecto vital llamado Clínica Gine-3 de Barcelona, que luce más de cuarenta años de experiencia.

Dr. Amselem, ¿Emplea su propio laboratorio de reproducción asistida?

“Desde el año 2002 contamos con una estructura clínica integral, con quirófano ambulatorio de cirugía mayor para intervenciones ginecológicas, que dispone de un área de inducción anestésica y de recuperación posquirúrgica”, declara.

Hablamos de punciones FIV, perineoplastias, tumores de mama, quistes vulvovaginales, cirugía plástica, blefaroplastia, prótesis mamarias, lliposucciones, otoplastias, vasectomáis, quistes epidídimo o cirugía angiovascular.

A la vez, disponemos de un departamento de estudio por imagen completo de la mujer, con mamografía, ecografía mamaria y densitometría, También, un laboratorio de análisis clínicos y otro para el tratamiento de la fertilidad, altamente cualificado.

Además, ofrecemos consultas de atención personalizada, con salas para monitorización fetal anteparto, pruebas de urodinamia y microcolpohisteroscopia (detección de neoplasias del cuello uterino).

“Y lo más importante, un ‘pool‘ de profesionales que están centrados en nuestr@s pacientes, sean jóvenes o veteranos. Intentamos funcionar como un reloj suizo sin que nadie note el mecanismo del engranaje interior”, luce en sus palabras.

Tanto es así que la tecnología y las técnicas de reproducción asistida (TRA) han superado todas las expectativas y previsiones del pasado.

“Ahora, el mundo médico en este ámbito de la salud está a un grandísimo nivel y nos espera un sorprendente futuro. Nosotros somos ya un magnífico ejemplo”, enmarca.

NO USAR. Entrevista reproducción asistida

¿Los tratamientos son idénticos en todos los centros de reproducción asistida?

“No exactamente. Todos los centros clínicos y hospitalarios se rigen por leyes, normas y protocolos que debemos cumplir por obligación y por convicción deontológica profesional. Pero en Gine-3 vamos más allá y personalizamos la asistencia médica”, destaca el Dr. Amselem.

Una diferencia cualitativa que se hace carne en la Dra. Carmen Sala, alma máter de las mujeres que necesitan ayuda para quedarse embarazadas… o no.

Tanto en ella como en él sobran las medianías: las tasas de éxito en reproducción asistida dependen de cada caso, y no de las estadísticas publicadas.

“Cuando una mujer, un hombre o cualquier miembro de una pareja me pregunta por las tasas de éxito en ayuda a la reproducción siempre contesto lo mismo: ¿Quieres que te engañe o quieres saber la verdad?

A tenor de lo cual, hacen hincapié en dos posibles respuestas: “Repetir los datos estadísticos que subscriben los libros especializados, un listado de generalidades, o explicar que tu caso no es uno más“, asevera el médico y comparte la médica.

“El pronóstico de una reproducción asistida debe ser lo más aproximado posible en función de los factores físicos y biológicos femeninos y masculinos implicados; binomio que, a su vez, implica siempre un desencadenante mixto”, argumenta.

“Las estadísticas generales -abunda- sólo sirven para mentir, es decir, son indicativas, ya que cada persona obtendrá un nivel de éxito, hasta el 100%, en función de una serie de variables. Este tipo de estadísticas no sirven para la individualización”.

Entrevista reproducción asistida

¿En una clínica con laboratorio FIV se necesita la ayuda ocasional de personal externo cualificado?

“Es fundamental contar con profesionales externos de absoluta confianza para realizar determinados estudios o técnicas relacionadas con la reproducción asistida. Nos complementan”, afirma el Dr. Amselem.

Y ambos ginecólogos presentan un mismo caso: paciente masculino que acude a consulta, deseando tener descendencia, e informa de que se había practicado una vasectomía en el pasado.

“Fue necesario extraer los espermatozoides del testículo. Nos ayudó un andrólogo, especialista en salud sexual y reproductiva, quien realizó una biopsia testicular. Es una situación infrecuente”, detalla.

Otro ejemplo palmario nos lo ofrece un estudio genético específico del embrión, etapa gestacional inferior a las ocho semanas.

“Resulta inverosímil financieramente que cualquier centro de reproducción asistida, prácticamente ninguno, pueda contar con la tecnología precisa y el profesional adecuado para cumplir el objetivo de esta prueba diagnóstica”, reitera.

Cambiando de tercio, Dr. Amselem, ¿L@s ginecólog@s, entre las que me incluyo, ofendemos a las mujeres que rondan los 35 años de edad cuando proponemos la crioconservación de ovocitos?

“Fuimos pioneros en estos temas, hace ya casi una década. Ahora es algo muy común. Las mujeres, en su inmensa mayoría, aceptan que la fertilidad comienza a descender de forma estrepitosa a partir de cierta edad”, indica.

“De ahí que dispongamos de la tecnología necesaria para preservar los ovocitos (células germinales de una mujer), quien podrá utilizarlos cuando considere oportuno durante su etapa fértil o a largo de su vida en cualquier situación legal, como la donación de ovocitos”, informa.

¿Y con qué frecuencia ayudamos a parejas de mujeres que desean tener hijos con el método ROPA?

“La técnica de recepción de ovocitos de la pareja (ROPA) supone alrededor de un 15% de nuestro volumen de trabajo”, expone el Dr. Amselem.

Una de las mujeres aportará el óvulo y la otra la gestación. Las dos madres biológicas serán protagonistas en la concepción, en la etapa fetal, durante el parto y en la lactancia, principio del desarrollo del futuro bebé.

“Las mujeres no tienen problema alguno en solicitar esta intervención y la Clínica Gine-3 siempre ha estado, está y estará a su lado para ayudarlas en todo lo que necesiten”, reafirman al unísono él y ella.

El semen de un donante se emplea para la fecundación in vitro (FIV), y aquí se queda la colaboración masculina. Luego, el embrión seleccionado se implanta en el endometrio mediante una cánula.

Entrevista reproducción asistida

Por último, Dr. Amselem, ¿Son caros o baratos los tratamientos de reproducción asistida?

“Este tipo de ayuda no es cara ni barata. Los precios son adecuados al procedimiento y al personal necesario para este tipo de intervenciones. En nuestro caso, y me siento orgulloso, nos mantenemos en el rango inferior de la horquilla de precios respecto al mercado”, acentúa.

“Y puedo contaros que es habitual que las mujeres digan… ¿Todo esto es para mí?… Cuando observan la cantidad de profesionales, quirófano y tecnología que se emplea solo en el momento de la extracción de los ovocitos”, concluye.

La Dra. Carmen Sala Salmerón lo ha hecho de nuevo: ha puesto el micrófono de EFEsalud a disposición de la información y la divulgación de los temas de la especialidad de la ginecología, aunque siempre le resulte insuficiente.

“Nos hemos quedado cortos en la entrevista; necesitaríamos realizar más preguntas y obtener muchas más respuestas por ti y para ti”, manifiesta con ese ímpetu que le sale directamente desde el corazón.

Ver fuente