La bromatología es la ciencia que estudia todos los aspectos relacionados con los alimentos para conocer su composición cualitativa y cuantitativa y su fin es mejorar la alimentación humana.
Esta ciencia, la bromatología, aúna conocimientos de química, física, fisiología, microbiología y bioquímica para analizar la composición nutricional y microbiológica de los alimentos y garantizar que no contienen elementos dañinos que puedan poner en riesgo la salud humana, informa la Universidad Europea.
Valiosa para la industria alimentaria, contribuye a determinar los procesos más adecuados para elaborar y conservar los alimentos, de manera que preserven sus características nutritivas y organolépticas.
Por tanto, otro de los objetivos de la bromatología es identificar los mejores métodos para procesar los alimentos, así como determinar los envases que facilitan su preservación y consumo.
Además, desempeña un papel clave en la elaboración de normativas para el sector de la alimentación. Los descubrimientos de esta ciencia son la base para diseñar los procedimientos, técnicas y protocolos de producción industrial, transporte y consumo de alimentos para garantizar su seguridad en todo momento.
Los enfoques de la bromatología
La bromatología analiza los alimentos desde diferentes enfoques:
- Nutricional: Determina la composición exacta del alimento analizando sus macronutrientes y micronutrientes, así como otras sustancias que puedan estar presentes, ya sean polifenoles, fructooligosacáridos o microorganismos con acción probiótica.
- Organoléptico: Analiza las características de los alimentos que se pueden percibir a través de los sentidos, como su textura, sabor, aroma y forma, las cuales influyen en la experiencia gastronómica.
- Fisicoquímico: Estudia las características físicas y químicas del alimento, como la cantidad de agua que contiene, su densidad o la temperatura y presión necesarias para que cambie de estado.
- Microbiológico: Investiga las bacterias, virus, levaduras u otros microorganismos que están presentes en los alimentos de forma natural, así como aquellos que pueden proliferar a lo largo de su vida útil, sobre todo los que pueden suponer un riesgo para la salud humana.
El bromatólogo, como profesional, se encarga de analizar desde la materia prima alimenticia hasta los productos semielaborados y elaborados una vez terminados.
Estudia la composición biológica, química y física de la comida e interviene en la creación de nuevos productos alimenticios para garantizar que sean nutritivos, seguros y deliciosos, según la información de la Universidad Europea.