La bursa o bolsa sinovial es un pequeño saco lleno de líquido que sirve para amortiguar y evitar fricciones de los músculos, tendones y huesos de una articulación. La inflamación de esta bolsa se denomina bursitis.
Lesiones, como las del deporte, o movimiento repetitivo de las articulaciones inflama la bolsa sinovial o bursa y causa bursitis. EFE/ Jorge Zapata
Cuando se hace en exceso un movimiento repetitivo en una articulación, se ejerce presión sobre ella o hay una lesión, como las deportivas, se produce esa inflamación de la bursa y, por tanto, la bursitis.
Esta enfermedad es más habitual en las rodillas y en los codos, pero también puede producirse en el hombro, cadera, pie o muñeca.
Los síntomas más comunes de la bursitis son: dolor, sensibilidad e inflamación que limitan el movimiento de la articulación afectada, según informa la Universidad San Diego de California (Estados Unidos).
Causas de la inflamación de la bursa
Las causas más frecuentes de la bursitis son los movimientos repetitivos o las posiciones que presionan las bolsas sinoviales alrededor de una articulación.
La Clínica Mayo pone como ejemplos levantar algo por encima de la cabeza repetidas veces; apoyarse sobre los codos por períodos largos; o pasar mucho tiempo arrodillado para hacer tareas, por ejemplo, en el ámbito laboral.
Otras causas pueden ser las lesiones o los traumatismos en la zona afectada, las artritis inflamatorias, como la artritis reumatoide, la gota y las infecciones.
¿Cuál son los tratamientos para la bursitis?
Para ayudar a reducir el dolor y la hinchazón originada en la bursa, según la Universidad de San Diego, existen tratamientos contra la bursitis como:
- Reposo para que la bolsa tenga tiempo de curarse. Esto significa que deberá limitar las actividades que requieran esfuerzo en la articulación afectada.
- Medicamentos antiinflamatorios para ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. En algunos casos, esto puede incluir inyecciones de cortisona en la articulación.
- Entablillados y vendajes de apoyo para reducir las molestias y permitir que se cure la bolsa.
- Fisioterapia para fortalecer y aumentar la flexibilidad de los músculos que dan soporte a la articulación.
- Aspiración para extraer el exceso de líquido acumulado en la articulación.
- Cirugía para extraer la bolsa inflamada. Esta opción es muy poco frecuente.
Prevención
Si bien no todos los tipos de bursitis pueden prevenirse, se puede reducir el riesgo y la gravedad de las exacerbaciones al cambiar la forma en la que se realizan ciertas actividades. La Clínica Mayo facilita los siguientes ejemplos:
- Utilizar rodilleras: usar algún tipo de almohadilla para reducir la presión en las rodillas si el trabajo o pasatiempo requiere pasar mucho tiempo arrodillado.
- Levantar objetos de forma correcta. Al levantar un peso, doblar las rodillas. Si no se hace, habrá más esfuerzo en las bolsas sinoviales de las caderas.
- Poner sobre ruedas y empujar las cargas pesadas. Al llevar cargas pesadas se hace más esfuerzo con las bolsas sinoviales de los hombros. En su lugar, utilizar una carretilla o un carrito con ruedas.
- Tomar descansos frecuentes. Al hacer tareas repetitivas, alternarlas con un descanso u otras actividades.
- Mantener un peso saludable. Tener sobrepeso provoca más esfuerzo en las articulaciones.
Hacer ejercicio. Fortalecer los músculos ayuda a proteger la articulación afectada. - Entrar en calor y estirar antes de actividades extenuantes para proteger de lesiones a las articulaciones.