Luis Rubiales anunció su renuncia a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), después del conflicto generado por sus actos tras la final del Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda, cuando se tocó los genitales en el palco y le dio un beso en la boca a la jugadora Jenni Hermoso en la entrega de medallas.
En un comunicado publicado en su cuenta de la red X (antes Twitter), Rubiales le informó al presidente interino de la RFEF, Pedro Rocha, su «renuncia al cargo», así como lo hizo con su cargo en la UEFA para que su puesto como vicepresidente sea reemplazado.
El dirigente señala que ante «la veloz suspensión» provisional por parte de la FIFA durante 90 días y los demás procedimientos abiertos contra él, entiende que «es evidente» que no podrá volver a su cargo, por lo que «insistir» en quedarse «a la espera» y aferrarse al cargo no contribuirá «a nada positivo» ni a la propia RFEF «ni al fútbol español».
Rubiales, asimismo, afirmó que está seguro de que su marcha traerá la «estabilidad» necesaria que permitirá que tenga éxito la candidatura de España, Portugal y Marruecos al Mundial de 2030.
«Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca», subraya Rubiales, quien expresa que sus hijas, familia y su gente querida «han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo», sentenció.
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Puro Vinotinto
Con información de medios internacionales
Fuente de imagen referencial: Archivo
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