¿Qué es el fallo ovárico prematuro?

Salud

¿Qué es el fallo ovárico prematuro?

“Este fallo ovárico conlleva que el organismo deje de producir estrógenos (hormonas sexuales esteroideas) y, por tanto, que desaparezca la menstruación (amenorrea) antes de lo habitual”, añade la experta catalana en calidad de vida de las mujeres.

“Además, se quedan estériles, es decir, no podrán tener hijos o hijas; y, a medida que cumplen años, sufrirán consecuencias físicas y emocionales importantes”, advierte.

La pérdida de los estrógenos, factor clave de la etapa menopáusica, suprime el escudo protector del corazón de la mujer, favoreciendo la llegada de la hipertensión, la diabetes, la dislipemia, la obesidad y el desarrollo de la ateroesclerosis.

La menopausia está asociada a un aumento de entre el 10 y el 15 % del LDL (lipoproteínas de baja densidad); de hecho, el 77,6 % de las mujeres mayores de 65 años tiene hipercolesterolemia.

“Y al igual que sucede en la etapa menopáusica, las mujeres que padecen fallo ovárico prematuro pueden presentar un mayor riesgo de infarto de miocardio y de muerte debido a esta pérdida de función en sus ovarios”, recalca.

Esta situación orgánica, más aún cuando se suman hábitos de vida como el tabaquismo, sobrepeso y sedentarismo, junto al estrés, puede iniciar la cuenta atrás de una bomba de relojería en el cuerpo femenino.

Monográfico IOP, fallo ovárico prematuro
Portada del monográfico “Insuficiencia Ovárica Prematura” auspiciado por la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM); documento de “consenso” basado en diferentes artículos de investigación publicados a nivel internacional con el que fija su criterio profesional la ginecóloga Carmen Sala en la terapéutica del fallo ovárico prematuro.

¿Y el diagnóstico del fallo ovárico es fácil?

“Pues sí, sí, sí -certifica-; sólo con que venga la señora a la consulta de Gine-3 y me diga, por ejemplo: “Hace ocho meses que no me baja la regla y sospecho que tengo lo mismo que mi madre, que perdió la regla a los 36 años”.

Tan importante es la historia familiar de una mujer joven como que el diagnóstico sea correcto y se realice oportunamente, puesto que la insuficiencia ovárica prematura se estima que afecta al 1 % de la población femenina.

Detrás de la IOP pueden estar la herencia genética, trastornos autoinmunes, cirugías (ooforectomía y quistectomía), infecciones (inflamación de uno o los dos ovarios debida a las paperas, tuberculosis, malaria, citomegalorirus, varicela), la quimioterapia, la radioterapia y la embolización de los vasos sanguíneos ovarícos.

Otras muchas veces la causa no es identificable y en algún caso se puede asociar a tóxicos ambientales.

El fallo ovárico prematuro se confirmará mediante diferentes pruebas y dos marcadores analíticos: el valor de la hormona estimulante del folículo (FSH) y la determinación del 17 beta estradiol.

“La FSH se produce en la hipófisis -glándula pituitaria- y sirve para hacer funcionar al ovario; cuanto más alto es su valor menos funciona el ovario. Con el 17 beta estradiol se comprueba la capacidad ovárica de producir ovocitos“, describe a grandes rasgos.

Una vez confirmada la patología convine valorar la posibilidad de reproducción en aquellas mujeres que deseen quedarse embarazadas, entre un 1,5 y un 10 %, puesto que la función ovárica se puede recuperar de forma intermitente en hasta un 25 % de los casos.

“Pedimos una prueba de la hormona antimulleriana (AMH) para valorar su reserva ovárica con el fin de de aconsejar a la mujer IOP alguna técnica de reproducción asistida antes de comunicarles, irremediablemente, el colofón de su vida gestacional“, expone la Dr. Sala.

Consecuencias del fallo ovárico en una mujer joven

En general, su calidad de vida empeora, por lo que necesitan un plan personalizado para manejar la nueva situación vital.

“Se inician los trastornos del estado de ánimo y llegan las disfunciones sexuales, como la atrofia vulvovaginal y el síndrome genitourinario (sequedad vaginal, incontinencia urinaria, etc.), como sucede durante la menopausia”, relaciona.

“Y a la vez, acontecen otros dos riesgos ocultos, pero devastadores: mayor incidencia de enfermedad cardiovascular y pérdida de resistencia ósea”, concreta.

El abordaje de la IOP tiene que ser integral, promoviendo la vida saludable: dieta sana, ejercicio moderado diario, abandonar el hábito tabáquico, cuando sea el caso… y añadir calcio o vitamina D si fuera preciso.

Fallo ovárico prematuro.

La aceptación de la insuficiencia ovárica prematura se hace más complicada cuando la paciente no tiene antecedentes maternos de menopausia precoz:

– ¡Cómo que no me funciona el ovario!… ¿Pero esto qué es, una menopausia?, espetan sorprendidas.

– No, es un fallo ovárico prematuro; no una menopausia… Para ellas es algo similar a una conmoción.

Pero no queda ahí la sorpresa.

– Te recomiendo un tratamiento hormonal.

– ¡Ah, no; yo hormonas, no!

– Debes empezar con la terapia hormonal sustitutoria lo antes posible, ya que cada mes, cada año que pase sin hormonarte el deterioro físico será mayor.

– ¿Y cuánto tiempo debo estar tomando hormonas?

– Hasta los 50 ó 51, la edad media de una mujer en fase de menopausia normal.

– ¡Diez años!

– Sí, diez años. Y la terapia siempre será con THS.

Hormonas para tratar la insuficiencia ovárica

“Antes de nada, quiero aclarar que la acupuntura, ser vegetariano o la intervención de las medicinas alternativas no curan ni alivian la IOP. No sirven para nada en esta patología. Sólo se soluciona con terapia hormonal sustitutoria (THS)”.

La THS en pacientes con fallo ovárico prematuro pretende sustituir mediante terapia estrogénica y gestagénica la función normal del ovario hasta la edad normal de la menopausia.

¿Y qué riesgos tiene la terapia hormonal sustitutoria?

“En cuanto al temido cáncer de mama, no existe riesgo aumentado en mujeres IOP que toman este tipo de hormonas, siempre después de los correspondientes estudios, pruebas y análisis previos. No aumenta la posibilidad de cáncer de mama”, afirma desde su experiencia clínica.

“Aún así, debo subrayar que la THS está contraindicada en mujeres que hayan sido tratadas y operadas de cáncer de mama o en aquellas otras que sean portadoras de la mutación del gen BRCA 1 y 2”, especifica la ginecóloga.

Monográfico IOP, fallo ovárico prematuro

Pero la Dra. Carmen Sala Salmerón quiere centrarse hoy en las consecuencias de la IOP en el sistema cardivascular; motivo por el cual lee y destaca algunos párrafos del artículo “Salud cardiovascular en pacientes con insuficiencia ovárica prematura, manejo de las consecuencias a largo plazo” que se incluye en el monográfico.

“Se ha postulado que las mujeres con insuficiencia ovárica prematura (IOP) pueden presentar mayor riesgo de ECV y muerte debido a la pérdida de función ovárica y la consecuente deficiencia de estrógenos endógenos.

Se ha objetivado en mujeres post-menopáusicas con enfermedad coronaria prematura niveles de estradiol significativamente inferiores en comparación con mujeres sanas.

En la actualidad, la evidencia es insuficiente para recomendar la terapia hormonal sustitutiva (THR) con el sólo propósito de prevenir enfermedad cardiovascular, aunque los datos sugieren que la IOP se asocia a aumento de mortalidad por cardiopatía isquémica y reducción de la esperanza de vida si no se administra tratamiento.

A pesar de la falta de estudios longitudinales, la recomendación de inicio precoz de THS se recomienda en mujeres con diagnóstico de IOP para disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular. La THS deberá continuar hasta la edad media de menopausia natural.

Hay una relación inversa entre la edad de la menopausia natural y la mortalidad cardiovascular. Se ha descrito que el riesgo de cardiopatía isquémica aumenta en un 80% en pacientes con IOP respecto a las mujeres cuya menopausia se establece a partir de los 49-55 años, con una disminución del riesgo de mortalidad cardiovascular del 2% por cada año de retraso en el inicio de la menopausia“.

“Así que, por favor, cuando vayáis a vuestra ginecóloga o ginecólogo no neguéis con rotundidad la posibilidad de recibir terapia hormonal sustitutoria, especialmente porque previene o alivia diferentes trastornos físicos y psíquicos que os amargarían un buen número de años dulces”, concluye.

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