En la India, las escuelas emplean el ganar ganar, ganan los niños, ya que les permiten dar continuidad a la escolaridad y gana el medio ambiente con la contribución de reciclar.
El objetivo es que los niños optan por llevar bolsas de basura que sirven como método de pago de las tasas escolares, a través del proyecto de la Fundación Akshar. De esta manera, las familias pueden permitirse mantener a sus hijos en la escuela por más tiempo.
El país tiene un problema de residuos plásticos, generando 26.000 toneladas diarias, según datos del Central Pollution Control Board (CPCB). Si viajamos al estado nororiental de Assam, concretamente a Pamohi, descubrimos que la gente quema los plásticos para mantenerse caliente en los duros inviernos de las estribaciones del Himalaya.
La escuela tiene ahora más de 100 alumnos, un espacio que no sólo está ayudando a mejorar el medio ambiente local, sino que también ha comenzado a transformar las vidas de las familias locales porque se reduce el trabajo infantil.
El proyecto se ha inspirado en la filosofía de educación básica de Mahatma Gandhi y por eso el currículo de Akshar mezcla la formación práctica con las asignaturas académicas convencionales.