La organización Privacy International (PI) ha analizado 136 webs populares de salud mental de Francia, Alemania y Reino Unido y en la mayoría aparece docenas de cookies de terceros que rastrean el comportamiento online de los usuarios
Asimismo, los sitios han sido seleccionados por su popularidad en Google al hacer búsquedas de palabras relacionadas con depresión y por ser los más populares en la categoría de salud mental según Similar Web.
Asi que, cuando un usuario llega a una web, un grupo de empresas que se dedica a rastrear internet sabe su perfil, dónde está y qué dispositivo usa. Si hay un espacio de publicidad disponible en esa web, esas empresas enlazarán el perfil del navegador que han creado a partir de datos del historial de búsquedas, edad, género o predicciones de intereses. Ahora sabemos que la salud mental no está al margen de estas prácticas.
De tal manera que, estos perfiles se subastan a anunciantes interesados en, por ejemplo, mujeres entre 25 y 40 años, que han visitado webs de comida vegana y están buscando un restaurante. La oferta más alta logra aparecer en el anuncio.
Así que, la oscuridad procede de un ecosistema donde nunca está claro qué información de los usuarios está disponible ni cuál se utiliza para poner precisamente ese anuncio allí.