Los errores de medicación en las UCI neonatales

Salud

Los errores de medicación en las UCI neonatales

“El simple hecho de que un paciente esté sometido a tratamientos con fármacos o técnicas más o menos invasivas puede repercutir negativamente en la salud de las personas”, expone el Dr. Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

Los errores de medicación conforman el evento adverso más común en centros hospitalarios y producen consecuencias sanitarias y económicas notables tanto para los pacientes como para los sistemas nacionales de salud.

Según la Agencia Europea del Medicamento (EMA), la tasa de errores de medicación en el ámbito hospitalario europeo varía entre el 0,3 % y el 9,1 % en la prescripción y entre el 1,6 % y el 2,1 % en la fase de dispensación.

En este sentido, un informe del año 2012 elaborado por el Ministerio de Sanidad en España había identificado que un 25 % de los incidentes notificados estuvieron relacionados con la medicación, constituyendo la clase de incidentes más frecuentes.

Según el proceso de la cadena terapéutica, se notificaron un 34 % en la fase de prescripción y un 28 % en la etapa relacionada con la administración. Aproximadamente, un 16 % de estos errores de medicamentos ocasionaron algún tipo de daño al paciente.

Hasta el 82% de estos casos fueron totalmente evitables“, resalta de este informe el Dr. Sánchez Luna, también presidente de la Sociedad Española de Neonatología (seNeo).

El Instituto para el Uso seguro del Medicamento (ISMP) publicó en el año 2020 un informe sobre los errores de medicación más frecuentes con consecuencias graves para los pacientes.

Los diez errores más comunes según ISMP

  • Errores por omisión o retraso de la medicación.
  • Administración de medicamentos a un paciente equivocado.
  • Errores asociados a alergias o efectos adversos conocidos a medicamentos.
  • Errores en el cálculo de la dosis en pacientes pediátricos.
  • Errores por similitud en el etiquetado o envasado de medicamentos comercializados.
  • Errores asociados a la falta de utilización de bombas de infusión inteligentes.
  • Errores por administración accidental de bloqueantes neuromusculares.
  • Administración equivocada por vía oral de medicamentos líquidos.
  • Errores en la conciliación de la medicación al ingreso y al alta hospitalaria.
  • Errores por problemas de comprensión de los pacientes de cómo utilizar sus medicamentos.
Errorres de medicación en las ucis neonatales

El ojo clínico puesto en los errores de medicación neonatales

“Durante muchos años hemos trabajado bien duro por reducir al máximo los errores que pueden ocurrir en la administración de fármacos, más aún en los que puedan tener una repercusión importante de salud en nuestros pacientes de las UCI neonatales”, recalca el galeno madrileño.

“No sólo son bebés de gran fragilidad, con patologías complejas y críticas, sino que precisan, en muchos casos, múltiples fármacos con rangos terapéuticos estrechos; es decir, que fuera de la pauta indicada podrían tener efectos adversos”, añade.

“Estos errores se han descrito y contabilizado, dejando resultados desde porcentajes relativamente bajos a porcentajes muy altos. ¿De qué depende? -se pregunta y responde-, pues muchas veces de su identificación correcta y de que seamos conscientes de que están ocurriendo”.

Según se publica el informe PREVEMED, en las UCI neonatales y pediátricas se ocasionan hasta ocho veces más errores de medicación que en las Unidades de Cuidados Intensivos de adultos.

En una revisión sistemática de estudios empíricos sobre la prevalencia y naturaleza de los errores de medicación en UCI neonatales y pediátricas, realizados entre enero de 2000 y marzo de 2019, se obtuvieron, entre otras, las siguientes conclusiones:

En las UCI neonatales se produjeron entre 5,5 a 77,9 errores de medicación por cada 100 prescripciones y entre 4-35,1 por cada 1.000 pacientes/día.

En las UCI pediátricas: 14,6 por cada 100 prescripciones y 6,4-9,1 por cada 1.000 pacientes/día.

“Los errores en las fases de prescripción y administración fueron los más frecuentes. Los errores de dosificación fueron los más prevalentes en ambos casos”, destaca el informe de PREVEMED.

La dosificación de la medicación para esta población obedece a pautas variables según el peso, la edad gestacional y los días de vida.

De hecho, los pacientes prematuros sufren, proporcionalmente, más errores de medicación que los recién nacidos a término.

Según datos de otro estudio español, en el que participaron 10 unidades neonatales, se comprobó que las dosis en las diluciones preparadas para administrarse (se analizaron fármacos de uso común) no solía coincidir con las dosis prescritas.

“La falta de presentaciones comerciales de medicamentos adaptados a las necesidades de esta población hace necesario medir volúmenes de fármacos muy pequeños, fraccionar unidades y realizar diluciones complejas en los servicios de medicina intensiva”, se subscribe en el informe PREVEMED.

“Además -manifiestan- a biodisponibilidad de los fármacos después de dichas manipulaciones es, a menudo, desconocida e impredecible y podría derivar en el uso de dosis tóxicas o ineficaces”.

“Esto, sumado a la variabilidad de los procesos farmacocinéticos y farmacodinámicos de los medicamentos (conservantes, estabilizantes, etc.), la gravedad de la patología, un mayor tiempo de estancia hospitalaria, la imposibilidad de comunicación con el paciente, etc., incrementan el riesgo de errores de medicación y dificultan la identificación y reconocimiento de los mismos”.

Errorres de medicación en las ucis neonatales

El proyecto PREVEMED para la prevención de errores en la medicación en las UCI está liderado por expert@s de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronaria (SEMICYUC), la Sociedad Española de Neonatología (seNeo), la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP) y la Sociedad Española de Farmacia Hospita­laria (SEFH).

Además, cuenta con el aval del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España, la Sociedad Española de Enfermería Neonatal y el Foro Español de Pacientes.

En representación de seNeo colaboran las doctoras Ester Sanz López, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, y Mónica Riaza Gómez, del Hospital HM de Montepríncipe de Madrid.

El objetivo de estas sociedades se enfoca hacia la reducción sistemática y sustancial del riesgo de errores de medicación en todas las Unidades de Cuidados Intensivos, de forma especial en las ucis de neonatología hospitalaria:

Crear una cultura general y específica de seguridad.

Crear cuestionarios de seguridad.

Mejorar los sistemas de notificación.

Generar planes educativos y de formación continuada avalados por las diferentes Sociedades Médicas y Científicas.

Establecer estrategias que favorezcan la comunicación entre l@s profesionales sanitari@s.

Desarrollar programas de formación y sensibilización en el uso seguro de los medicamentos.

Establecer una formación en seguridad básica.

Configurar programas de formación avanzada sobre el uso seguro del medicamento.

Implementar un sistema de acreditación de formación y conocimientos respaldado por las Sociedades Médicas y Científicas.

Aumentar los pogramas de formación y sensibilización dirigidos a las familias.

La encuesta que ha propiciado el proyecto PREVEMED, cumplimentada por las UCI de 112 hospitales, muestra que existe un amplio margen de mejora en el ámbito de actuación sobre los errorres de medicación.

Dr. Manuel Sánchez Luna

“En resumen, ahora más que nunca trabajamos con ahínco para minimizar al máximo posible los errores de medicación, sumando esfuerzos y conocimientos a los protocolos de seguridad ya establecidos, desarrollando tres medidas preventivas de gran repercusión social”, apunta el neonatólogo.

“Creamos una sensibilización acerca del riesgo cierto de tener este tipo de errores. Es fundamental que el personal sanitario, los pacientes asistidos en los centros hospitalarios y sus familiares estén concienciados sobre los peligros de cualquier tratamiento farmacológico mal gestionado”, relaciona en primer lugar.

“Cabe subrayar que en el momento que nosotros conocemos este riesgo y lo describimos vamos a poder, como mínimo, identificarlo y reducirlo mediante protocolos de seguridad y procesos de clasificación”, señala.

“En segundo lugar, realizamos políticas de entrenamiento y formación continuada en el conocimiento de los fármacos, sus incompatibilidades, sus dosis de riesgo, sus efectos adversos, los riesgos derivados de la manipulación de los propios fármacos, de su administración y del manejo de los residuos generados”.

“Finalmente, se llevará a cabo una acreditación oficial de aquellas personas que hayan pasado por estos procesos de sensibilización y formación. Se reconocerá su grado de experiencia, cuyo objetivo principal será reducir los riesgos relacionados con la administración de fármacos”.

L@s pacientes neonatales ingresados en las ucis, cuya situación puede ser crítica o fatal, obtendrán así el mayor beneficio médico posible.

“Nosotros, los que trabajamos en cuidados intensivos neonatales, somos muy, muy sensibles, precisamente, porque nuestros pacientes son los que más riesgo sufren con la administración de fármacos. Son los bebés nacidos que más peligros afrontan durante su estancia en la UCI”, establece sin ambages.

Errorres de medicación en las ucis neonatales

“De igual modo, también quiero transmitir aquí, en el Videoblog de Neonatología, la importancia vital de que la población en general y l@s pacientes en particular conozcan los riesgos derivados del uso de fármacos de forma indebida o indiscriminada.

En España, valga el ejemplo a nivel mundial, tenemos la mentalidad de que podemos utilizar libremente aquellos fármacos que le han sentado bien a nuestro familar, amigo o vecino para curar una dolencia.

Por favor, el uso de fármacos siempre hay que dejarlo en manos de l@s médic@s, quienes conocen las indicaciones y pautas correctas.

De la misma manera, tenemos la peligrosa costumbre de almacenar en los domicilios fármacos que han resultado sobrantes después de curar una enfermedad bajo prescripción médica. ¡No ha lugar!, dirían en el ámbito judicial”.

Concluye el Dr. Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y presidente de la Sociedad Española de Neonatología.

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