La Responsabilidad Social Empresarial, no solo va enmarcado en programas dirigidos a la educación de una población vulnerable o voluntariado corporativo, también plantea estrategias orientadas a la eficiencia energética, aspecto esencial que ayuda a minimizar el impacto medioambiental.
Europa y algunos países de América Latina van avanzando en el tema de eficiencia energética, muchos de ellos plasman informes como herramientas de medición, que indican que aproximadamente 13,6 millones de viviendas no cumplen con las exigencias mínimas.
Queda mucho por hacer, mucho por quien trabajar, solo realizando políticas públicas desde los gobiernos y campañas de concientización desde el sector empresarial se pueden obtener mayores resultados.
De acuerdo a normas establecidas en determinados países se le otorga a la vivienda un certificado energético, para establecer un consumo promedio energético a nivel mundial.
Se ha demostrado que tanto edificios como viviendas pueden reducir el efecto invernadero con la aplicación algunas normas:
- Aprovechar la luz natural.
- Renovar sistemas de aires acondicionados, calefacción (si es el caso), electrodomésticos, iluminación.
La Organización de Naciones Unidas, bajo su proyecto de Objetivos de Desarrollo Sostenible , hace visible las diferentes metas que los países miembros se comprometieron a cumplir.