Impacto en la sociedad de empresas y fundaciones

Ambiente

15 marzo 2023

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Recientemente, se han publicado varios informes sobre el impacto en la sociedad de empresas y fundaciones. Deloitte presentó su informa mundial 2023 sobre la opinión de los CxO, que nos brinda un análisis de la desconexión entre ambición, acción e impacto. También y en colaboración con la Fundación SERES, se ha presentado la IX edición del “Informe del Impacto Social de las Empresas”, un análisis de los objetivos sociales de las compañías españolas que mide el impacto de su actividad. Y, por último, el informe de la AEF “Análisis de la contribución económica y social de las fundaciones españolas”, que presenta una radiografía del sector y su visión 2030 para el conjunto del sector.

 

Durante el primer trimestre del año se han publicado tres estudios sobre el impacto en la sociedad global y española de empresas y fundaciones.

 

En Deloitte 2023 CxO Sustainability Report, la entidad se basó en una encuesta realizada a más de 2.000 directores generales de empresas de 24 países, para evaluar las preocupaciones y acciones de los directores de Experiencia Cliente (CxO) sobre el cambio climático y la sostenibilidad.

 

Dentro de los problemas más acuciantes para los CxO, los efectos del cambio climático se encuentran como uno de los principales solo por detrás de las perspectivas económicas. Así, el 61% dijo que el cambio climático tendrá un impacto alto/muy alto en la estrategia y operaciones de su organización en los próximos tres años.

 

A pesar de estas preocupaciones…

El 21% de los CxO indican que sus organizaciones no tienen previsto vincular la retribución de los altos directivos a los resultados en materia de sostenibilidad medioambiental.

El 30% afirman que no tienen previsto presionar a los gobiernos para que adopten iniciativas relacionadas con el clima.

Sin embargo, las acciones y las inversiones en Sostenibilidad han aumentado:

Según la encuesta de Deloitte a los CxO, el 75% afirma que sus organizaciones han aumentado sus inversiones en sostenibilidad durante el último año. Sólo el 3% afirma haber disminuido las inversiones en sostenibilidad durante el último año.

Respecto a las acciones llevadas a cabo, se destaca la utilización de materiales más sostenibles, el aumento de la eficiencia energética, la formación a los empleados y el desarrollo de nuevos productos respetuosos con el clima.

El 43% de las empresas está actualizando o trasladando sus instalaciones para hacerlas más resistentes;

el 40% está contratando seguros contra riesgos climáticos extremos;

el 36% está ofreciendo ayuda financiera a los empleados que se han visto afectados por condiciones climáticas extremas.

 

Los CxO están totalmente de acuerdo en que los actuales esfuerzos de sostenibilidad de su empresa tienen un impacto positivo en los siguientes aspectos:

En España, según el IX Informe del impacto social de las empresas en 2021 de SERES y Deloitte, en el que participaron cerca de 80 empresas del ámbito español, se observa que estas invirtieron 1.533,5 millones de euros en proyectos, lo que ha permitido la realización de 29.104 acciones (un 17% más que en 2020). Otra cifra interesante es que las empresas participantes han recibido más de 1.600 millones de euros en forma de financiación con criterios sociales y que el 96% disponen de una estrategia de sostenibilidad alineada con su negocio.

 

La perspectiva futura

El reporte de Deloitte muestra que, a pesar de la existencia de obstáculos (como la costosa medición de los impactos medioambientales, el cortoplacismo, la falta de apoyo político, etc.), los CxO creen que tanto sus organizaciones como la economía global pueden seguir creciendo al tiempo que alcanzan los objetivos climáticos y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.

Recomendaciones para las organizaciones

Siguiendo el informe de Deloitte, los CxO recomiendan una serie de acciones para que las organizaciones puedan seguir creciendo al tiempo que se alcanzan los objetivos climáticos y se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero:

1.Integrar los objetivos climáticos en la estrategia y el propósito general de la empresa.

2.Generar confianza adoptando medidas climáticas creíbles.

3.Capacitar al Consejo.

4.Fomentar la acción de las partes interesadas.

5.Considerar la oportunidad a largo plazo.

6.Invertir en las tecnologías de hoy (y de mañana).

7.Colaborar para impulsar el cambio a nivel de sistemas.

 

EL IMPACTO DEL SECTOR FUNDACIONAL EN ESPAÑA

El informe Análisis de la contribución económica y social de las fundaciones españolas, de AEF (Asociación Española de Fundaciones), elaborado por AFI (Analistas Financieros Internacionales), representa un punto de arranque para conocer en profundidad al sector fundacional, a través de la identificación y dimensión del perímetro y censo fundacional en España; su caracterización por líneas de actividad (taxonomía), sus fines, el territorio en el que operan y su dimensión económica en términos de dotación, activos, ingresos y gastos, pero, sobre todo, su contribución económica y social en España, a través de su aporte al PIB, a la generación de empleo.

El sector fundacional español constituye una valiosa herramienta de la sociedad civil y trabaja activamente en campos como la cultura, la educación, la investigación, los servicios sociales y la salud. Ante cualquier crisis económica, el sector fundacional no sólo actúa de ‘estabilizador automático’ que ayuda a paliar los efectos socioeconómicos, sino que en sí mismo es un sector de crecimiento, inversión y generación de oportunidades.

Según cifras del 2020, el total de fundaciones consideradas activas efectivas en España asciende a un total de 10.511. El total de ingresos de estas fundaciones activas efectivas es de casi 17.300 millones de euros, mientras que sus gastos alcanzaron los 17.600 millones de euros.

En España hay un total de 15.821 fundaciones registradas en alguno de los protectorados nacionales o autonómicos, 4.559 de las cuales se encuentran bajo la supervisión del Protectorado estatal; 10.662 en protectorados autonómicos y 8 fundaciones bancarias. De estas 15.821 fundaciones son consideradas en este trabajo, aquellas activas cuyas cuentas han sido facilitadas por el protectorado correspondiente y que ascienden a 5.211.

En la siguiente imagen podemos apreciar el valor que genera el sector fundacional por sí mismo (impacto directo), el valor que generan sus proveedores (impacto indirecto), y el que generan a través de los salarios que pagan tanto el sector fundacional como sus proveedores (impacto inducido):

Por lo tanto, las fundaciones asociadas a los protectorados colaboradoras del informe contribuyeron a generar más de 18 .000 millones de euros de valor añadido en 2020, lo que supone el 1,6 % del PIB español para ese año. En términos de empleo, las fundaciones promueven la creación de casi 400 .000 puestos de trabajo, lo que supuso el 2,6 % del total de puestos de trabajo (a jornada completa) de la economía.

La aportación directa de las fundaciones analizadas representa más de 5 .800 millones de euros de VAB [1](el 31,7 % del impacto total) y cerca de 162 .000 puestos de trabajo (el 40,5 % de todo el empleo generado).

De este modo, se concluye que cada euro de valor añadido producido por el sector fundacional contribuye a generar 1,80 € a la economía de manera directa e indirecta, y 3,09 € si se tienen en cuenta, además de los impactos inducidos.

Dentro de los principales sectores beneficiarios del efecto arrastre de la actividad fundacional destacan la atención sanitaria y el sector de reparación de enseres personales. También destacan los resultados de los servicios sociales, la industria farmacéutica y la consultoría empresarial.

 

Las cifras en las CC.AA.

En términos de actividad económica generada, las fundaciones activas efectivas del protectorado de Castilla y León son las más dinamizadoras, ya que cada euro de valor añadido generado se traduce en 3,51 € de efectos totales en la economía. También destacan las fundaciones de los protectorados de las Islas Baleares (3,09 €) y de las Islas Canarias (3,06 €).

En términos de empleo, las fundaciones activas efectivas del País Vasco generan una media de 40,7 puestos de trabajo por cada millón de euros de ingresos. Por su parte, las fundaciones de Extremadura y las asociadas al protectorado de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid rozan la cifra de 39,2 empleos totales por cada millón de euros de ingresos, posicionándose en segundo y tercer lugar, respectivamente.

 

Estimación del impacto socioeconómico del sector fundacional

¿Cuál sería el impacto en términos económicos de una España sin fundaciones?

Concretamente, significaría que 238.000 puestos de trabajo —los generados de manera directa— dejarían de existir, renunciando además 8.500 millones de euros en VAB (principalmente salarios y cotizaciones para esos trabajadores). Además, los proveedores de las fundaciones (como la industria farmacéutica, sanitaria, o el sector de la educación, entre otros) verían reducida su facturación y, por lo tanto, su actividad económica. Por ello, se pondrían en riesgo otros 7.300 millones de euros de VAB indirecto y más de 172.000 puestos de trabajo.

En términos de contribución exclusivamente de carácter social, la ausencia de fundaciones en nuestro país supondría una renuncia a contar con la complicidad, colaboración y experiencia de organizaciones con demostradas capacidades desplegadas en todos los territorios, imprescindibles para contribuir a la cohesión social a través de su propósito de lucha contra la desigualdad; esenciales para canalizar la participación social y ciudadana y fortalecer así, la confianza social.

 

¿Cuáles son las líneas de trabajo que deben seguirse para una mejora de la gestión del sector fundacional?

1.Profesionalización, transparencia y medición del impacto.

2.Calidad institucional, participación social, innovación y buen gobierno.

3.Igualdad de oportunidades.

4.Alianzas y colaboración.

5.Transformación digital.

6.Supervisión eficaz.

La AEF subraya la necesidad de trabajar en la mejora de la interpretación de la crisis económica iniciada en 2022 para reenfocar las actuaciones del sector fundacional y abrazar los retos del cambio climático y la pérdida de la biodiversidad, las desigualdades, las crisis sanitarias, los procesos migratorios involuntarios y la exclusión digital, entre otros desafíos a los que las fundaciones deben dar respuestas concretas, desde sus respectivos campos de especialización, prioridades y recursos.

 

[1] Valor añadido bruto.

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