Tras varias generaciones, la Fundación Santa Teresa ha elaborado uno de los mejores rones y con ello ha impartido valores de respeto, responsabilidad, transparencia, humildad, mérito y confianza, a través de un programa de Responsabilidad Social Empresarial llamado Alcatraz.
La iniciativa surgió en el año 2003, luego de un incidente que sufrió un inspector de seguridad de la Hacienda Santa Teresa, al ser robado por tres jóvenes quienes luego del suceso fueron arrestados por las autoridades.
Los jóvenes al ser retenidos le ofrecieron dos alternativas: la primera devolver lo robado y trabajar durante tres meses en la Hacienda Santa Teresa sin recibir nada a cambio para resarcir los daños o ir a la cárcel acusados por su delito. Los sujetos, tras considerar ambas opciones, decidieron tomar la primera pero pidieron que el resto de los compañeros que conformaban la banda a la que pertenecían también fueran aceptados.
Posteriormente, una segunda banda, rival de la primera, fue incorporada al programa y después de varias semanas de labores por separado, el equipo a cargo del Proyecto Alcatraz decidió confrontarlos para que resolvieran sus diferencias logrando detener el enfrentamiento entre los grupos, así como las rivalidades y conflictos de cada participante.
Gracias a esta brillante idea de unión, apoyo y solidaridad, la Fundación Santa Teresa ha puesto en marcha una poderosa herramienta social que ha salvado la vida de las nuevas generaciones que se encontraban en situación de peligro.
