Recomiendo leer:
En esta entrada os presento la síntesis de un artículo que me envió Roser Batlle, de la Red Española de Aprendizaje y Servicio. Fue recomendado a su vez por Andrew Furco. Es también un homenaje a la EEI Julio César de Sevilla y a su equipo directivo, que tanto me ha hablado del ApS.
El artículo (accede pinchando aquí) proporciona una síntesis sobre los efectos del aprendizaje-servicio (ApS) en alumnado de diferentes niveles educativos. Utilizando un enfoque de meta-análisis, se examinaron 62 estudios con más de 11,000 estudiantes, en los que se encontró que los programas de ApS tuvieron un impacto significativo en varias áreas clave.
En primer lugar, se descubrió que el aprendizaje-servicio tuvo efectos positivos en las actitudes de los estudiantes hacia sí mismos. Participar en proyectos de servicio a la comunidad y brindar ayuda a otros les permitió desarrollar una mayor confianza en sus habilidades y una mayor autoestima. Esto sugiere que el ApS puede ayudar a mejorar la percepción que los estudiantes tienen de sí mismos y fortalecer su sentido de identidad.
Además, los programas de ApS también tuvieron un impacto en las actitudes de los estudiantes hacia la escuela y el aprendizaje. Los estudiantes que participaron en actividades de servicio experimentaron un aumento en su motivación y compromiso con la educación. El aprendizaje-servicio les proporcionó un contexto práctico y relevante para aplicar los conocimientos adquiridos en el aula, lo que contribuyó a su sentido de propósito y significado en relación con la educación.
Otro aspecto destacado es el compromiso cívico. El aprendizaje-servicio fomentó la participación activa de los estudiantes en su comunidad y en temas sociales. Los estudiantes desarrollaron una mayor conciencia de los problemas y necesidades de la sociedad, y adquirieron habilidades para abordarlos de manera efectiva. Esto sugiere que el ApS puede cultivar ciudadanos comprometidos y responsables, dispuestos a contribuir positivamente al bienestar de la comunidad.
Asimismo, se encontró que el aprendizaje-servicio tuvo un impacto positivo en el desarrollo de habilidades sociales de los estudiantes. La colaboración con otros, la interacción con personas de diferentes trasfondos y la resolución de problemas en equipo fueron elementos clave de los programas de ApS. Estas experiencias les brindaron a los estudiantes la oportunidad de desarrollar habilidades de comunicación, empatía, trabajo en equipo y resolución de conflictos, competencias fundamentales para su éxito personal y profesional.
Por último, el análisis reveló que el aprendizaje-servicio también estaba asociado con mejoras en el rendimiento académico. Los estudiantes que participaron en programas de ApS mostraron un mayor compromiso con el aprendizaje, lo que se tradujo en un mejor desempeño en diversas áreas académicas. La aplicación práctica de los conocimientos en situaciones del mundo real y el sentido de relevancia contribuyeron a un mayor interés y motivación por aprender.
En resumen, los resultados del meta-análisis respaldan la efectividad del aprendizaje-servicio como una estrategia educativa beneficiosa para los estudiantes, siempre que sean bien diseñados. Los programas de ApS tienen un impacto significativo en las actitudes de los estudiantes hacia sí mismos, la escuela y el aprendizaje, el compromiso cívico, las habilidades sociales y el rendimiento académico. Para el bien diseño, el artículo habla de la importancia de la vinculación del aprendizaje-servicio al plan de estudios, la inclusión de la voz de los estudiantes, la participación de la comunidad y la reflexión para lograr mejores resultados.
El artículo también recomienda a los docentes que deseen incorporar el aprendizaje-servicio en sus cursos que continúen investigando para comprender mejor cómo beneficia a los estudiantes y cuáles son las condiciones óptimas que fomentan su crecimiento y desarrollo. A medida que se expanda la investigación en esta área, se podrán identificar mejores prácticas y enfoques específicos para maximizar el impacto del aprendizaje-servicio.
En conclusión, el artículo nos muestra indicios de que los programas de aprendizaje-servicio son una estrategia educativa efectiva y necesitamos seguir estudiando cómo maximizar su impacto en el desarrollo integral de los estudiantes. Al combinar el servicio a la comunidad con el aprendizaje académico, el aprendizaje-servicio ofrece una oportunidad única para que los estudiantes adquieran habilidades y valores que los prepararán para convertirse en ciudadanos comprometidos y responsables.