Algunas de las preocupaciones de los profesionales de Urgencias

Salud

EFEsalud ha conversado con algunos de estos profesionales sobre los asuntos que ven en las urgencias de los hospitales y que son objeto de preocupación, como así, además, lo constataron en unas jornadas internacionales organizadas, en Toledo, por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).

En ese tipo de reuniones los profesionales que trabajan en los servicios de Urgencias no solo abordan los casos que más ven en los hospitales, también tratan otros con el fin de formarse y estar actualizados para abordarlos lo mejor posible.

La “no” cocaína rosa

“Por ejemplo, el tema de la cocaína rosa, que es un problema que vemos, no voy a decir a diario, pero con frecuencia”, asegura Miguel Galicia, médico de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona, donde también forma parte de la Unidad de Psicología Clínica.

Aclara una cosa el doctor: la cocaína rosa, aunque la llamen así no es cocaína, sino una sustancia sintetizada de la familia de las anfetaminas. Su efecto es similar, ya que es excitante y al consumidor le da “cierta sensación de poderío físico e intelectual”, señala Galicia, quien forma parte del grupo de SEMES dedicados a la toxicología clínica.

Su composición ha ido cambiando con los años, ahora es una mezcla de la droga sintética MDMA (anfetamina) y de ketamina (un alucinógeno).

Está de moda

“No es la sustancia que más vemos en urgencias, que es la cocaína, el hachís y, por supuesto, el alcohol, pero sí que es una que se está poniéndose un poquito, como dijéramos de moda“, señala el doctor.

De ahí que en el congreso organizado por SEMES, los profesionales de Urgencias quisieran sacarla a la palestra.

Urgencias profesionales
EFE/Fernando Villar

El consumo de esta droga conlleva problemas de nerviosismo y ansiedad, y en algunos casos graves, de psicosis. Desde el punto de vista orgánico, explica Miguel Galicia, provoca un aumento de los problemas cardiovasculares: infartos, ictus, anginas de pecho o palpitaciones, entre otros.

Son problemas similares en gran parte a los causados por la cocaína pero con algunas modificaciones porque en ocasiones tiene un efecto más alucinógeno, por la presencia de la ketamina.

“Muchas veces, el paciente que acaba en Urgencias, además de estar muy nervioso o hipertenso o con taquicardia, tiene algunos fenómenos de visiones, de objetos que igual no están ahí o de interpretación de que los objetos que tiene cerca no son lo que son Y se ve amenazado o, incluso, casos de paranoia”, apunta el experto.

Los ritos chamánicos

Las consecuencias de acudir y consumir sustancias en los ritos chamánicos es otro de los temas que destaca el especialistas, ya que se usan sustancias fundamentalmente de dos tipos. Por una lado, purgantes, que provocan vómitos y diarrea, como una supuesta purga del organismo y secundariamente de una “limpieza psíquica”. Y otro, alucinógenos.

“Son ceremonias bajo la dirección de un chamán, que a base de usar este tipo de sustancias alucinógenas se pretende encontrar una realización interior o incluso contacto con seres queridos fallecidos. Lo que se consume, sobre todo, es ayahuasca”, señala.

Urgencias profesionales
EFE/Carlos Zepeda

Pero hay otro tipo de ceremonias, que también son un “rito de purgación”, como la del sapo bufo, un animal del desierto de Sonora (entre Estados Unidos y México), que segrega una sustancia alucinógena.

“Entonces, el paciente que acaba en urgencias suele ser por estas dos razones, o bien porque las diarreas y los vómitos le han generado una situación de pérdida de electrolitos, o también porque produce un cuadro psicótico grave” apunta.

Y son casos que veían los profesionales de Urgencias de forma esporádica y que ahora se están incrementando, según el médico.

El fentanilo aún “no es un gran problema”

Preguntado específicamente por si han aumentado los casos en Urgencias por consumo de fentanilo, el experto señala que como uso lúdico en España “todavía no es un gran problema”.

“No tenemos un problema como el que tienen en Estados Unidos por razones sociológicas, sobre todo. Se empieza a notar que aparece fentanilo, a veces, como contaminante de otras drogas, o sea que la han mezclado con otras, pero que no se sabe si es el propio enfermo o que se lo han vendido así”, señala el experto.

El síndrome de suspensión

Otro de los temas que preocupan a los profesionales de Urgencias es el llamado síndrome de suspensión, antiguamente llamado síndrome del arnés, tal y como afirma Manu Pons, del Servicio de Emergencias Sanitarias de la Comunidad Valenciana y coordinador del Grupo de Trabajo de Emergencias en Montaña y Medio rural de SEMES.

Es una patología tiempodependiente y potencialmente mortal, que puede ocurrir cuando se está suspendido de forme vertical, por un arnés o una cuerda.

“Es una enfermedad muy rara y que causa poquitas muertes o se han descrito pocas, pero está aumentando por la incidencia de gente que utiliza un arnés o bien por tema laboral o recreativo, es decir, ha habido un boom de deportes de montaña, con lo que hoy en día hay más probabilidad de que se pueda sufrir”, explica el profesional.

Urgencias profesionales
EFE/Carlos Zepeda

Lo que desencadena este síndrome es una fisiopatología muy compleja, un reflejo cardioinhibitorio, que provoca que la frecuencia cardíaca baje y aumente la vasodilatación.

Para Pons una de las preguntas del millón es cuánto tiempo puede pasar desde que la persona está en suspensión hasta que se desencadena este síndrome: “pueden pasar desde unos pocos minutos hasta horas y depende mucho de factores individuales de la persona”.

En este sentido explica, por ejemplo, que una persona con mayor peso tiene menos tolerancia a la suspensión. O si antes se ha realizado ejercicio intenso y los músculos están fatigados, también disminuye el tiempo de tolerancia.

Los síntomas del síndrome de suspensión son mareo, aturdimiento, sofocos, piel pálida, náuseas, sudoraciones y visión borrosa.

“Si notásemos algo de esto, tendríamos que bajar porque, al final, el tratamiento más importante de esto es descender, salir de la suspensión y pasar a una posición horizontal lo antes posible”, señala Pons, quien incide en que una vez tumbada, la persona mejora de “una manera espectacular”.

El arnés adecuado

Y antes se creía que la hipotermia protegía un poco porque mantenía esas venas más constreñidas en lugar de tan dilatadas, pero ahora se ha visto que la hipotermia también es un factor de riesgo, señala Pons.

Otra cosa muy importante es llevar “un arnés adecuado”, apunta el especialista.

Los indicados para este tipo de situaciones son los arneses que llevan perneras y cintura, los llamados “arnés de asiento o arnés deportivo”.

Los ahogamientos, “un problema de salud pública”

Los ahogamientos son otro de los asuntos que preocupan a los profesionales de los servicios de Urgencias, ya que una media de 400 personas fallecen al año en España por esta causa. Y por cada persona que muere ahogada, entre tres y cinco son atendidas por los servicios de urgencias.

De ahí que el coordinador del Grupo de Socorrismo de SEMES, Roberto Barcala, considere que éste “es un problema de salud pública”, porque no solo son los que se mueren, sino los que sobreviven y requieren atención sanitaria.

De hecho, cada año en España son atendidas unas 2.500 personas por incidentes relacionados con ahogamientos.

Ahogamientos salud
EFE/ Natxo Frances

“Nosotros hemos querido alertar a la población porque no podemos esperar solo al verano para estar en alerta”, señala Barcala, quien apunta que el 80 % de estos incidentes se concentra en verano.

Se refiere a casos en los que por ejemplo, cuando se instala una piscina para una vivienda particular, se tenga en cuenta y se planifique el poner una valla perimetral para que los niños no entren si no hay un adulto para supervisarles.

Extremar la precaución

“Los perfiles de las víctimas de ahogamiento son los niños pequeños, pues normalmente se suelen ahogar en las piscinas y habitualmente en las piscinas domiciliarias, en las particulares, y no solo en las piscinas, en las bañeras, en los pozos… Por lo tanto, si nuestro hijo falta en nuestra casa y no lo encontramos, el primer sitio donde debemos buscar es un sitio donde haya agua”, sostiene el urgenciólogo.

Los adultos normalmente se ahogan en espacios acuáticos naturales, es decir, playas o ríos, por eso es “fundamental” alertar de la ruta cuando se hacen actividades acuáticas. Y mejor si son en playas vigiladas.

“Se debe extremar la precaución, es decir, bañarse en lugares vigilados, nunca hay que ir solo cuando se va en embarcación acuática, aunque sea una tabla de pádel surf. Y siempre con chaleco salvavidas”, insiste Roberto Barcala.

Ver fuente