Síntomas y soluciones para abordar la alergia a los insectos

Salud

Los mosquitos, la procesionaria, las abejas o las avispas son ejemplos de insectos que producen alergia. La alergóloga Paula Ribó nos explica cómo se desarrollan y nos ofrece algunos consejos para prevenirlas.

De los mosquitos a las abejas: soluciones contra la alergia a los insectos


-Especímenes de Aedes aegypti sobre una Placa de Petri de laboratorio. Foto: CSIRO.

La alergia es una respuesta inmunitaria exagerada, es decir, una reacción anómala del organismo al entrar en contacto con otro cuerpo o sustancia. Entre las alergias, destacan las respiratorias, a determinados animales, alimentos o medicamentos y, también, la alergia a los insectos.

Insectos hay durante todo el año, pero es durante el verano cuando existe un mayor riesgo de sufrir este tipo de alergia, dado que las altas temperaturas favorecen la eclosión y reproducción de muchos de ellos.

Los efectos de sus picaduras pueden ser múltiples y dependen del tipo de insecto: mosquitos, abejas, avispas, procesionaria… Además, las posibles reacciones del organismo al entrar en contacto con ellos pueden variar y llegar a ser muy peligrosas sobre todo si la persona es alérgica.

La doctora Paula Ribó, alergóloga en el Hospital Clínic de Barcelona, explica en su libro ‘Alergia, la nueva epidemia’ (Editorial Alienta) cómo prevenir, combatir y actuar ante determinadas alergias entre las que se encuentran aquellas que producen los insectos.

Alergia a los mosquitos

Las altas temperaturas y el buen tiempo favorecen la reproducción de estos insectos, aunque en los últimos años y debido a los efectos del cambio climático, incluso en diciembre podemos encontrar algunos ejemplares de mosquitos.

Sus picaduras, sobre todo en determinadas partes del cuerpo, suelen ser muy molestas e incómodas y no todas las personas reaccionan igual ante ellas.

La doctora Paula Ribó diferencia, entre las picaduras de mosquito, aquellas que:

  • No producen una reacción alérgica: son las más frecuentes y suelen aparecer 24 ó 48 después de la picadura del insecto. Son de menos de diez centímetros y suelen ir acompañadas de un picor intenso que puede aliviarse con diferentes métodos. Solo en algunos casos puede extenderse por las piernas y los brazos y requerir tratamiento médico.
  • Producen una reacción alérgica: pueden ser locales, con hinchazón, picor y dolor en la zona, o sistémicas, cuyos síntomas se producen por todo el cuerpo. Suelen producir una reacción inmediata que genera una roncha roja que persiste entre 24 y 72 horas. La saliva del mosquito también puede producir reacciones alérgicas muy adversas e incluso anafilaxias (una reacción alérgica extremadamente grave que afecta a todo el organismo) y se instaura a los pocos minutos de haber estado expuesto al alérgeno.

Consejos para evitar las picaduras y la alergia a los mosquitos:

  1. Usa ropa que cubra las zonas visibles si estamos en zonas húmedas o con agua estancada.
  2. Utiliza repelentes de insectos.
  3. Vacía los platos de las macetas como mínimo cada cinco días.
  4. Rellena con tierra o arena los agujeros de los arboles donde se puede acumular o estancar agua.
  5. No dejes que se acumulen las hojas de los árboles.
  6. Si tienes neumáticos viejos, cúbrelos.
  7. Cierra los depósitos de agua o cúbrelos con una mosquitera.
  8. Mantén limpios los canalones.
  9. Cuida las piscinas durante todo el año.
  10. Coloca las macetas o los recipientes sin uso boca abajo.

Alergia a la procesionaria

Durante el verano, las procesionarias adultas en forma de mariposa se aparean y ponen huevos en las copas de los pinos para pasar a convertirse en larvario que durara todo el invierno. En los meses de marzo y abril, las orugas en forma de procesión descienden al suelo donde se enterrarán entre la tierra.

Cada oruga esta cubierta de unos quinientos mil pelos pequeños que pueden provocar urticaria al entrar en contacto con el cuerpo humano. Estos pelos pueden aerotransportarse con el viento por lo que es posible que rocen el cuerpo sin siquiera haberse producido un contacto directo.

La reacción alérgica a estos insectos es muy similar a la que puede producirse por una ortiga o una medusa.

Entre los principales síntomas, la especialista destaca:

  • La urticaria que no suele durar más de 24 horas.
  • La dermatitis que puede durar una semana.
  • La conjuntivitis.

El tratamiento precoz de los síntomas es imprescindible en este tipo de reacciones. En caso de presentar reacción alérgica hay que aplicar frío rápidamente de manera local e intentar retirar los pelos que hayan podido quedar enganchados en la piel.

El picor suele ser intenso por lo que el tratamiento debe ir dirigido a controlar y disminuir esas molestias.

La prevención es fundamental especialmente en zonas de pinares con procesionarias. La fumigación de los bosques podría evitar o reducir este tipo de reacciones.

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Las causas más habituales de la anafilaxia son los medicamentos, los alimentos y las picaduras de abejas y avispas/Patrick Pleul

Alergia a las abejas y avispas

Ambos tipos de insectos se conocen como Himenópteros y suelen picar generalmente sólo cuando se sienten amenazados.

Tras sus picaduras los síntomas pueden ser diversos y la experta distingue tres tipos de reacciones del organismo al entrar en contacto con el veneno:

  • Reacción propia del veneno: una picadura dolorosa, de intensidad variable pero de poca duración que deja una zona enrojecida y un pequeño hinchazón que puede durar varios días.
  • Reacciones locales y extensas: en el lugar de la inflamación aparece una hinchazón de más de diez centímetros que permanece más de veinticuatro horas Está acompañada de inflamación, dolor, picor e, incluso, endurecimiento de la zona. Tan solo el 5 % de los pacientes con reacciones locales acaban desarrollando una reacción más grave en forma de anafilaxia.
  • Reacciones sistémicas (anafilaxia): la aparición de síntomas en la piel, dificultades para respirar o mareos pueden ser signos claros de una reacción extendida o sistemática. En el 60 % de los casos ocurren en pacientes con picaduras previas. Por eso es importante que los pacientes lleven siempre un kit para alérgicos.

Consejos para prevenir las picaduras y reacciones alérgicas a las abejas y las avispas:

  1. Tener presente que este tipo de insectos son más frecuentes durante los meses de verano.
  2. Evitar trabajos de jardineria como plantar plantas sobre todo con algunas partes del cuerpo al descubierto.
  3. No acercarse a panales ni avisperos. Si nos acercamos por error, debemos retirarnos con movimientos lentos.
  4. Los olores y los perfumes son muy llamativos y atraen a estos insectos, por lo que es mejor evitarlos.
  5. Evitar la ropa ancha que pueda permitir su paso.
  6. En el caso de estar muy cerca de una colmena, lo aconsejable es tirarse al suelo y permanece inmóvil.
  7. Evitar estar cerca de la basura de la calle.
  8. Durante las épocas de calor, intentar no beber ni comer en el exterior.
  9. Colocar persianas o mosquiteras en las ventanas y conducir con las ventanillas bajadas.
  10. Evitar que los niños tiren piedras a los árboles o nidos de insectos.
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Imagen cedida por la alergóloga Paula Ribó.

Tratamiento y abordaje de la alergia a los insectos

Las reacciones alérgicas a las picaduras de los insectos suelen ser generalizadas y sistémicas por lo que se debe de actuar con total rapidez.

Para el tratamiento del momento agudo la doctora Paula Ribó aconseja:

  • Lavar la zona con agua y jabón.
  • Aplicar frio o amoníaco localmente para retrasar la absorción del veneno.
  • Si se trata de una picadura de abeja, intentar retirar el aguijón sin presionar el saco que contiene el veneno.

Para el tratamiento de una reacción local extensa se recomienda:

  • Aplicar frío o amoníaco localmente.
  • En caso de picor o inflamación usar antihistamínicos o corticoides en crema u orales.

En el caso de una reacción generalizada:

  • Se debe acudir a urgencias.
  • Si se dispone de kit de emergencia, hay que administrarlo de forma precoz de camino a urgencias.

Para el tratamiento de la causa alérgica: las vacunas tienen una alta tasa de éxito porque los pacientes alérgicos suelen responde muy bien una vez finalizado el periodo de sensibilización.

La indicación de vacunación sería para aquellas personas con reacciones alérgicas que son propensos a sufrir nuevas reacciones o picaduras como por ejemplo las personas que vivan en zonas muy húmedas o los apicultores.

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